Foto: de fuentes abiertas
Un smartphone normal podría ser una fuente de bacterias peligrosas
Los teléfonos inteligentes que utilizamos a diario pueden contener cantidades significativas de bacterias y virus peligrosos. Los científicos biomédicos afirman que el riesgo aumenta drásticamente cuando se lleva el teléfono al baño. Así lo informa el diario Express.
El Dr. Gareth Nye, investigador de la Universidad de Salford, explicó que durante la descarga del inodoro, partículas microscópicas de materia fecal se elevan en el aire y se depositan en las superficies, en particular en los teléfonos inteligentes. Ni siquiera unas manos perfectamente lavadas protegerán al usuario si toca inmediatamente después un dispositivo contaminado.
El científico añade que la pantalla del teléfono recoge rápidamente todo lo que tocan nuestros dedos, lo que convierte al aparato en una eficaz «incubadora» de bacterias, sobre todo en invierno.
El Dr. Lotti Tajouri ya había llegado a conclusiones similares tras un análisis a gran escala de 56 estudios de 24 países. El equipo de la Universidad de Bond encontró microorganismos vivos en muestras de teléfonos, entre ellos E. coli y Staphylococcus aureus, patógenos comunes que pueden provocar desde infecciones leves hasta infecciones potencialmente peligrosas.
Tajouri comparó los dispositivos móviles con «hoteles de cinco estrellas» para los gérmenes: guardamos los teléfonos en los bolsillos calientes, hablamos por ellos, dejamos gotas de saliva, los tocamos después de comer… y casi nunca los desinfectamos.
Según los CDC, hasta el 80% de las infecciones afectan a las manos. Los expertos insisten: si tocas un smartphone contaminado, tus manos vuelven a ensuciarse.
Los expertos recomiendan limpiar el dispositivo con regularidad. Según las recomendaciones de Which?, las toallitas con alcohol al 70% son uno de los métodos más seguros de desinfección, siempre que evites que entre líquido en los orificios. Por otra parte, aconsejan no olvidarse de las fundas, sobre todo si se utilizan como monedero.
El simple hecho de lavarse las manos con agua tibia y jabón reduce el riesgo de infecciones respiratorias en un 20% aproximadamente y el de infecciones intestinales en un 30%. Según los expertos, la higiene periódica de los smartphones y de las manos sigue siendo una de las formas más eficaces de protegerse durante la temporada de resfriados.
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